Reproduzco aquí la nota que la periodista Graciela Melgarejo dedicó al libro A Benito le gustan los barcos en Noticias positivas (de paso admiren este medio que pone su acento en informar los aspectos positivos de la actualidad.)
Historia de un pintor
Por Graciela Melgarejo
"Por primera vez vio el río y los barcos. Había mucha gente trabajando en la orilla: algunos hombres cargaban bolsas enormes en sus espaldas, otros reparaban o pintaban las naves. 'Es el puerto de la boca del Riachuelo', le contó Manuel. En silencio, Benito observó el movimiento de la gente, escuchó el sonido del agua, miró los colores de los barcos. Caminaron un poco más y Benito se dio cuenta de que los colores no estaban solo en el puerto. Las casas estaban pintadas un poco de rojo, un poco de azul, un poco de verde. Algunas eran de chapa, otras, de madera, y unas pocas eran de ladrillos."
Así comienza "A Benito le gustan los barcos. Un cuento para conocer a Benito Quinquela Martín", un hermoso libro de la editorial Arte a Babor, con texto de Silvia Sirkis e ilustraciones de Tomi Hadida, que no sólo cuenta la historia de vida de uno de los más conocidos y queridos pintores de La Boca, Benito Quinquela Martín, sino que través de ese relato va haciendo conocer a sus lectores toda la riqueza cultural del más emblemático barrio porteño.
Arte a babor tiene, como dice en la contratapa, una misión nada secreta: hacer descubrir a los chicos todo lo que hay de especial, conmovedor u oculto en el arte. En el caso de Quinquela Martín, la historia de un niño huérfano adoptado por un matrimonio de gente trabajadora de La Boca, sirve para entender cómo fue descubriendo su vocación de pintor, y cómo, más tarde, cuando ya era muy conocido y apreciado, y hasta se había convertido en un hombre rico, hizo construir escuelas y hospitales, inventó La Orden del Tornillo, todo para devolverle a ese lugar lo que le había dado.
Por esa razón, cuando el cuento ya terminó, todavía quedan dos páginas más dedicadas al actual Museo Benito Quinquela Martín (en la Avda. Pedro de Mendoza 1835, La Boca, Ciudad de Buenos Aires), donde hay expuestos muchos de sus cuadros y objetos queridos como, por ejemplo, su colección personal de mascarones de proa.
Arte a Babor. que ha sido seleccionada por el programa CMD.Incuba de la Dirección de Industrias Creativas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tiene más cuentos sobre arte, niños y museos, porque lo que le interesa difundir es que el arte, para los seres humanos, niños o adultos, es otra forma de conocer y, también, de alcanzar la felicidad.
Friday, July 3, 2009
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