Si Vincent Van Gogh no hubiera sido genial pintor, quizás hubiera podido ser cronista, dicen los que saben. Una enorme cantidad de cartas muy bien escritas a su hermano y a otros amigos respaldan esa opinión. Pero sus cartas tienen otro encanto: los dibujos que las ilustran, como si a veces las palabras no le fueran suficientes para contar.
El sitio del Museo Van Gogh de Amsterdam nos permite explorar toda la correspondencia. Como muestra compartimos con ustedes algunos facsimiles de las cartas (y no se olviden de mostrarselas a los chicos si leyeron A Vincent le gustan los colores).
Sunday, October 11, 2009
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